sábado, 22 de diciembre de 2007

El verdadero sentido de la Navidad


Conmemorando la fecha especial que se avecina, me propuse componer un tópico especial sobre la Navidad, esa extraña fiesta que algunos aman, algunos odian, pero que todos deben celebrar por honor a los hermanitos, primitos e hijitos.


¿De donde se origina la Navidad como nos la venden los gringos? Existen al menos 3 referentes de importancia en la historia:


- La Saturnalia, celebración romana que duraba entre el 17 y el 25 de diciembre (aunque otras fuentes dictan que terminaba el 23). Durante esta festividad las cortes romanas se cerraban y se decretaba que nadie podía ser castigado por daños a la propiedad o a terceros. La festividad comenzaba cuando el 17 se elegía a un individuo para representar al “Enemigo de Roma”. Cada comunidad elegía a alguien para ser “El Señor del Desorden“. Se le forzaba a gozar de los más diversos placeres. El día 25, para simbolizar la destrucción de las fuerzas oscuras, los elegidos eran sacrificados. El poeta e historiador griego Luciano describe las costumbres de la Saturnalia: intoxicación masiva; ir de casa en casa, desnudo, cantando (podríamos ver en esto el precursor de los villancicos); violación y otras formas de sexualidad licenciosa; y consumo de bizcochos del porte de un humano. Otra costumbre muy particular la describe el poeta Cátulo: durante la Saturnalia, los roles de amo y esclavo se invertían. Los amos servían opulentas comidas a los esclavos, quienes se dejaban llevar por el placer, el ocio y las apuestas. Una costumbre originada en Saturnalia, y que se mantendría hasta nuestros días, es la de intercambiar regalos.


- Sol Invictus es otra celebración romana, de carácter similar. Mientras que la primera se hacía en honor a Saturno, dios romano del sol (que era una adaptación del griego Crono), la segunda es en nombre de aquellos dioses adorados después de Saturno. Sol Invictus no es un nombre, sino un título que hace referencia a la deidad identificada con el sol, y en Roma fueron 3 los dioses con tal título: El Gabal, Mitras y Sol. La celebración de Sol Invictus permitía la adoración de varias deidades solares a la vez. Coincidentemente, se celebraba el 25 de diciembre. Se dice que el gran aporte de esta festividad al cristianismo fue de simbología y lenguaje artístico. Por ejemplo, el famoso halo que porta Jesús sobre su cabeza (y que pasaría a ser símbolo popular de pertenencia al más allá, al cielo en específico).


- La Fiesta de Yule era una celebración tradicional de los países escandinavos, asociada con el solsticio de invierno. Numerosas costumbres que se mantuvieron hasta la Navidad actual, que tendrían origen en esta celebración, son: la de adorar y decorar árboles, intercambiar regalos, colgar ramas de muérdago y acebo, el sacrificio y luego consumo de un jabalí (estás 2 últimas son propias de los países anglosajones, cambiando el jabalí por pavo o jamón). Como nota aparte: algunos grupos neopaganos, como los Wiccans, han resucitado el Yule.


Dependiendo de la interpretación histórica se daría mayor importancia a una festividad que a otra. En todo caso, es un hecho que, en el siglo IV, los cristianos importan estas festividades, con esperanzas de atraer a las masas paganas. Así, si se cree en la predominancia de la Saturnalia, se hipotetiza que los cristianos adaptaron las fechas a conveniencia: el día final de la celebración era la fecha del nacimiento de Jesús. El problema era lo incompatible de los valores cristianos con estas festividades paganas. Al final, la Iglesia accedería a la mala, y la recién creada Navidad se caracterizaría por costumbres similares a las ya practicadas: beber alcohol en exceso, indulgencia sexual, cantar desnudo en público, etc. (incluso hoy podemos encontrar ese contraste paradójico entre cristianismo y paganismo en la Navidad). La asociación de la Navidad como día licencioso se mantendría durante la Edad Media. Algunas de las costumbres más maliciosas serían revividas esporádicamente por la misma Iglesia Católica. En 1466, el papa Pablo II organizó, para el goce del pueblo de Roma, una carrera de judíos. Se les obligaba a despojarse de sus ropas, y se les daba cuantiosas comidas antes de soltarlos a las calles.


No sería hasta el siglo XVI que se daría la gran transformación. Todo comienza con la Reforma, aquella que segmentaría al cristianismo en 2 facciones: católicos y protestantes. Respecto a la navidad, los protestantes creían que la festividad era un despojo que había quedado del maligno catolicismo, y que se encontraba demasiado desviada del sentido cristiano original (sic). La tarea de los puritanos en reinventar la Navidad es en extremo importante. Llega un momento en que, en medio del siglo XVII, se prohíbe la celebración en Inglaterra y sus colonias, lo que produciría numerosas revueltas en contra del rey. La Navidad pasa por un periodo de 2 siglos de oscuridad, hasta que en los 1800s surge un nuevo interés por resucitarla, pero con un nuevo énfasis hacia la familia, la buena voluntad, la compasión, la caridad y otros valores cristianos, por encima del hedonismo y los excesos. La literatura ayuda a expandir esta visión, con obras como Cuento de Navidad de Charles Dickens (reciclada tantas veces por la televisión que resulta imposible no saber de que va la historia).


Y sería esta Navidad la que, al alero de Estados Unidos, se propagaría por el mundo. El resto es historia...


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