domingo, 21 de octubre de 2007

VIII Congreso de estudiantes de sociología: experiencias y reflexiones de una observación participativa


1) Santiago me da asco: la asistencia de este año (por medio de uno de los organizadores) fue de algo así como de unas 400 personas, cifra embarazosa en comparación con las 800 del año pasado. La razón más obvia de esta ausencia fue la escasez de santiaguinos en el medio. Cualquiera de Santiago sabrá de los motivos para no ir, pero la verdad es que resultaba excesivo. De mi universidad, no superaban los 20. ¿Era para tanto?

2) Si lo construyes, llegarán: Una importancia latente que descubrí del congreso es el de mostrar el ethos de los estudiantes portalianos. Nuestra universidad tiene fama entre el círculo joven de ser arribista, cuica. Yo mismo rememoré mis prejuicios al momento de decidirme por una universidad. Y si bien no soy de los que se preocupan de las opiniones de los demás, a través de un análisis mental más riguroso me di cuenta de lo importante de esto en lo macro: una mala imagen puede ser lo bastante fuerte como para repudiar a un grupo de interesados por el estudio de lo social; varios de ellos talentos latentes. Al preservar una mala imagen de nuestra universidad, estamos rechazando un sector prometedor de futuros sociólogos.

3) Agoreros del pesimismo: Prefiero ser reservado e imparcial en cuanto a estereotipos sociales, pero por la cresta que los estudiantes de la Arcis encajan en los suyos: podías reconocerlos a la legua. En serio, parecían salidos de un molde del anticonformismo.

4) IGNORANCIA es FUERZA: No existió apoyo alguno por parte de nuestra facultad por asistir. Aparte de un par de roñosos afiches, ninguno de mis profesores hizo mención del congreso. Incluso me enteré (rumor por confirmar) que los alumnos de 2º año tenían una importante entrega de Metodología Cualitativa para el lunes. También parece que la mayoría de los alumnos de 1º año no tenían idea de la existencia de un congreso. Pensando en lo importante que es el congreso (principalmente lo expuesto en el punto 2), resulta imperdonable esta inercia. La facultad, con su voto de silencio, no hace más que perjudicarse a sí misma.

5) La política sí sirve: Conversando con los presentes, vimos que una razón de peso para la falta de información era nuestra organización (es decir, la ausencia de ella) por delegados. Necesitamos un centro de alumnos que sepa promocionar estos eventos.

6) Para los emuladores de Chinaski: La función latente del congreso de un carrete de 3 días se hacía demasiado manifiesta para mi gusto (¿música pachanguera al terminar las ponencias centrales?). Por mi parte, adquirí conocimiento interesante sobre el quehacer sociológico Y me hice pico carreteando. Tener lo mejor de 2 mundos sí es posible. Lamentablemente, debido a motivos personales (entre las que debo destacar la falta de congéneres portalianos), me abstuve de la gran fiesta gran en el galpón Víctor Jara.

7) Aunque se vista de seda...: Nunca se debe entrar a una ponencia por lo rica que está la ponenciadora. Por mucho "apoyo visual" que haya, uno igual se queda dormido.

8) Porque me gustan los chistes privados: EL FRACTAL SOCIAL VINO PARA QUEDARSE.

1 comentario:

socióblogo dijo...

Yo creo que lo que más se ve en la U es abajismo, no arribismo, así que seguro que los que nos miran de afuera tienen la imagen equivocada.
Sería interesante investigar porque tanta gente se siente obligada a disfrazarse de lo que no es. ¿Será culpa o una forma de sintonizar mejor con la onda progre?